Esta vivienda esta inspirada en la naturaleza que le rodea, utilizando los materiales y la paleta de colores afines a su entorno, una filosofía muy común en la mayoría de viviendas de Escandinavia.
En cada una de las estancias que comprenden esta construcción de 200 metros cuadrados, podemos percibir la necesidad de formar parte del paisaje, con sus grandes ventanales, su fachada de madera gris que recuerda a las antiguas construcciones y el detalle de su suelo de madera sin tratar.
Por si a alguien le interesa, la vivienda se encuentra al norte de Estocolmo y está en venta.
¿Quién se anima?
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